lunes, 9 de septiembre de 2013

Mitos

DIOSES DE LA MUERTE

El reino de los muertos o inframundo, conocido comúnmente como Mictlan, era gobernado por el Señor del Inframundo, Mictlantecuhtli, y por la esposa de este, Mictecacihuatl, los Infiernos, el Chignauhmictlan. Pero aparte de estas deidades, existían otros dioses y diosas que poblaban las regiones del Mictlan y que casi
siempre encontramos por parejas. Una de ellas es Ixpuzteque, El que tiene el pie rotoy su esposa Micapetlacalli, Caja de muerto. Por último conocemos el nombre de Tzontemoc, El que cayo de cabeza, y su esposa es Chalmecacihuatl, La sacrificadora .

Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl eran la pareja más importante de las regiones del inframundo y habitan la más profunda de ellas, a donde llegan los hombres a descansar, no sin antes entregar a las deidades presentes valiosos.

Mictlantecuhtli aparece con el cuerpo cubierto de huesos humanos y un cráneo a manera de mascara, con los cabellos negros, encrespados y decorados con ojos estelares, puesto que habita en la región de la oscuridad completa. Adornan su cabeza una rosetas de papel de las que salen conos, uno sobre la frente y otro en la nuca. Sus animales asociados son el murciélago, la araña y el búho (tecolotl).


MITO DE LA CREACIÓN


Ometecuhtli y Omecihuatl, el Señor y la Señora de la Dualidad en la religión azteca, tuvieron cuatro hijos. Cuatro encarnaciones del Sol.

A ellos les encomendaron la tarea de crear el mundo, de dar vida a los otros dioses y finalmente a la raza humana que los adoraría.

Cada hermano representaba un orden, un tiempo, un espacio, un punto cardinal y un color. El rojo se llamó Xipe Totec. El negro, Tezcatlipoca. El azul, Huitzilopochtli. Y el blanco, Quetzalcóatl.

Quetzalcóatl, a quien los hombres también llamaron “gemelo precioso”, fue el dios civilizador y de los sortilegios. Inventor de las artes, de la orfebrería y del tejido era, por su enorme sabiduría, de piel y barba blancas. También fue llamado “Señor de todo lo que es doble”. A diferencia de su hermano azul, Huitzilopochtli, que era un dios guerrero y reclamaba continuamente derramamientos de sangre, o del negro Tezcatlipoca, que era amo y señor de la noche, Quetzalcóatl no deseaba sacrificios humanos en su honor. Su reino era el claro atardecer.

Cuando los hermanos comenzaron su tarea, cuatro mundos, cuatro soles y cuatro humanidades fueron sucesivamente creadas y destruidas.

La primera humanidad fue devorada por tigres. La segunda, convertida en monos. La tercera, transformada en pájaros. La cuarta, convertida en peces.

Quetzalcóatl, acompañado de una de sus encarnaciones gemelas llamada Xolotl, descendió a los infiernos, de donde alcanzó a robar una astilla de hueso de una de las humanidades anteriores para crear la nuestra, rociándola con su propia sangre. El Señor de la Morada de los Muertos no pudo detenerlo, ni aun arrojando a su paso bandadas de codornices. Los demonios nunca dejaron de intentar engañarlo para que ordenara sacrificios humanos y justificara las “guerras floridas” que reclamaba su hermano Huitzilopochtli. Pero el amor de Quetzalcóatl por los hombres no le permitió sacrificar en su nombre más que animales, culebras, pavos o mariposas, todos ellos consagrados al Sol.

En su encarnación como Nanahuatzin, un dios tan pobre que sólo podía ofrendarse a sí mismo, se arrojó sin dudar al fuego sagrado. Por ello fue designado para alumbrar el día, mientras que su competidor, generoso en ofrendas pero temeroso de las llamas, sólo alcanzó el rango de Luna. Por su cobardía, otro dios le tiró a la cara un conejo. Quien quiera verlo, sólo tiene que esperar que salga la Luna y contemplar su rostro, marcado para siempre.

Relato de Ciencia Ficción

La ciencia ficción es la denominación popular con que se conoce a uno de los géneros derivados de la literatura de ficción, junto con la la literatura fantástica y la narrativa de terror.

Ejemplo:
 

La Pesadilla

No era una mañana mas, algo me decía que iba a pasar algo pero no sabia que. Me levanto como todos los días a la misma hora y con el singular ruido de mi despertador. Me siento en mi cama grande, confortable, situada en una amplia habitación calida e iluminada. Un ventanal que muestra el exterior en forma de cuadro. Observo con detenimiento esa mancha negra que contrasta la almohada blanca, curvas que se asoman en sabanas suaves, congeladas en el tiempo, como estatua viviente sin moneda, tierna, frágil, a la espera de nada ni nadie.
Ella siempre en la misma pose, inmersa en un sueño profundo y sin perturbación alguna. Todas las mañanas se despierta una hora mas tarde que yo. Cuando me despierto la observo unos minutos para llevarme una foto de ella y luego me alejo de la habitación, recorro el pasillo y bajo las escaleras con la tranquilidad de que todo esta en orden. Voy en busca del desayuno, ese ritual previo al resto del día. Hoy algo sucedería, tenia ese presentimiento desde el momento en que mi cuerpo y mi cama dejaron de se ser un solo objeto.
En la planta baja diviso su cartera arriba de la mesada. Estaba abierta como invitándome a ella. No soy de hacer esto pero hoy todo es distinto. Me acerco y con culpa la reviso. Cartas de alguien, un tal Ignacio. No era amigo de la familia ni conocido nuestro. Leo con detenimiento mientras me preparaba para lo peor. Palabras y frases como puñales. No podía creer que estaba en presencia de mi engaño, del fin de una relación y del principio de otra. Se hacia cada ves mas difícil sostener ese papel entre mis manos, era filoso y quemaba. ¿Qué debo hacer?, era el único interrogante que se me manifestaba, cuya respuesta no estaba o no quería que este.
Me conozco, ese era mi terror más grande, mi reacción podía no ser la adecuada pero ya no me importaba nada. Era tanto el dolor que el corazón no piensa, y eso me asustaba. Me acerco al bar en busca de un trago que me tranquilice pero nada era suficiente. En ese mismo instante oigo un grito. Era ella, pedía ayuda. Me nombraba entre llantos y suspiros. Corrí con fuerza hasta esa escalera sin fin, hasta ese pasillo interminable, hasta esa puerta que en ese momento separaba lo que nadie nunca soportaría ver. Su cuerpo blanco, sin vida, sus ojos perdidos en un mundo de arrepentimientos, su boca gesticulando perdón, las manos cerradas e impotentes; todo era un idioma propio que supe descifrar.
Seguía ahí, como la última ves que me fui, quieta y callada. ¿Quién fue? ¿Que hizo ella para merecerse esto?, esta ves eran otras las preguntas, cuyas respuesta yo sabia.
Me siento en mi cama, la miro y no podía entenderlo. Me recuesto sin saber que hacer y me duermo profundamente buscando la cura de todo el dolor. Al despertarme todo había cambiado: mi habitación ya no era amplia ni calida e iluminada, la cama había dejado de ser grande y confortable; todo parecía un sueño.
Y cuando de repente miro que mi ventanal ya no es un cuadro y que fue remplazado por barras verticales de piso a techo, como jaula sin salida. Me di cuenta que no era un sueño si no más bien el principio de mi pesadilla.

Texto científico

El texto científico es aquel que presenta el desarrollo de un contenido de forma sistemática, producto de una investigación, aportando pruebas y resultados. El adjetivo "científico" significa, justamente, que cualquier texto que pueda ser considerado parte de este género, debe de reunir ciertas características formales, propia de toda ciencia.
Existe una gran variedad de este tipo de texto. Desde los manuales que se utilizan en las escuelas, hasta los complejos escritos de grandes autores como Darwin, todos ellos pueden ser definidos como textos científicos, aunque se trate de obras muy diferentes en el estilo y en la finalidad que persiguen.

Características del texto científico.

- Escritura formal. El lenguaje empleado es técnico. Esto quiere decir que las palabras y expresiones utilizadas pueden llegar a ser propios de la ciencia de la cual se está escribiendo.

- Orden sistemático. Significa que en el desarrollo de la obra se seguirá un orden coherente. Por ejemplo, si un escrito quiere hablar sobre el problema de la contaminación del aire, podría empezar con una introducción que explique en que consiste dicho fenómeno, para luego ir profundizando en sus causas y en las posibles soluciones.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

La Oracion Compuesta




Las oraciones compuestas tienen más de un verbo en forma personal, y por lo tanto, tiene tantos predicados como verbos presentan. A cada una de las oraciones que se unen para formar la oración compuesta, se les llama proposición.
María canta y José baila.
CLASIFICACIÓN:
Coordinadas: Las proposiciones son sintácticamente independientes.
Juan estudia y su hermana juega.

Subordinadas: Las proposiciones son sintácticamente dependientes.

Expresó su deseo de visitar a su abuela.
Yuxtapuestas: Las proposiciones no están unidas por ningún nexo.
Ha llovido, el suelo está mojado.

COORDINADAS

Una oración compuesta por coordinación es la unión de dos proposiciones mediante una conjunción coordinante. Estas dos proposiciones, aunque queden unidas, son sintácticamente independientes. Es decir: dos o más proposiciones unidas por un enlace, pero que si las separamos ambas, mantienen un sentido completo.
Los futbolistas juegan y los obreros trabajan.
Si separamos las dos proposiciones, continúan teniendo sentido completo:
Los futbolistas juegan. Los obreros trabajan.
Encontramos varios tipos de coordinadas:
COPULATIVAS: Expresan una relación de suma o adición. Los nexos que las unen suelen ser: y, e, ni.

Ni lo sé ni me importa.
DISYUNTIVAS: Entre ellas se plantea una relación de exclusión, si se da  la una no se puede dar la otra. Van unidas por las conjunciones: o, u, o bien.

¿Te quedas en casa o te vienes con nosotros?.
ADVERSATIVAS: Plantean entre sí una oposición de significado, es decir lo que afirma una lo contradice parcial o totalmente la otra. Los nexos que las unen suelen ser: pero, sin embargo, no obstante, mas, sino (que),antes, antes bien, excepto, por lo demás, etc.
El día estaba nublado pero lo pasamos bien.
DISTRIBUTIVAS: Las proposiciones indican una alternancia de acciones. Sus enlaces suelen ser: bien…bien, ora…ora, ya…ya, unas veces… otras…, unos…otros, este…aquel, aquí…allí….
Mi hermano, ya llora, ya duerme.
EXPLICATIVAS: Una de las proposiciones explica el sentido de la otra. Sus enlaces suelen ser: es decir, o sea, esto es.
Los hombres somos omnívoros, es decir comemos de todo.

SUBORDINADAS

Son  dos o más proposiciones que se unen mediante un enlace subordinante. Una proposición (la subordinada) depende sintácticamente de la otra (la principal). La proposición subordinada realiza una función sintáctica (sujeto o complemento) en relación con el verbo de la principal.
Te digo que vengas.
En esta oración, que vengas, que es la proposición subordinada, realiza la función de complemento directo (CD) del verbo de la proposición principal digo.
  • Podemos clasificar las proposiciones subordinadas de la siguiente forma, atendiendo a la función que desempeñen con respecto a la principal:
SUSTANTIVAS: Realizan la misma función que un sustantivo
Sujeto: El que tiró las llaves bailaba muy bien.
Complemento Directo: Espero que apruebes todo.
Atributo: Mi madre está que muerde.
Complemento Indirecto: Han concedido el Goya a la mejor película.
Complemento del nombre: He perdido la esperanza de que vuelva
Complemento del adjetivo: Estaba segura de que aprobarías.
Suplemento: El entrenador se refirió a que hubo problemas en el equipo
Complemento agente: La carrera fue ganada por quienes eran los más rápidos

ADJETIVAS O DE RELATIVO
Realizan la misma función que un adjetivo, es decir, complementan a un sustantivo (recibe el nombre de antecedente) de la proposición principal. Hemos de diferenciar entre dos tipos:
  • Explicativas: No van entre comas y restringen el significado del sustantivo al que acompañan.
Los asistentes que llevaban invitados entraron en el salón de actos.
  • Especificativas: Van entre comas sin restringir el significado del sustantivo al que acompañan.
Los asistentes, que llevaban invitados, entraron en el salón de actos.
Pueden ir introducidas por:
Pronombres relativos: Que, quien, el cual, cuyo.        Lucía es una chica que resulta encantadora Adverbios relativos: Donde, cuando, como.               Me gusta la forma como lo dices

Formas no personales: Infinitivo, gerundio o participio.      Lo vi llorar
  • Podemos también  encontrarnos con ADJETIVAS SUSTANTIVADAS: Al igual que los adjetivos, las subordinadas adjetivas pueden sustantivarse cuando desaparece el antecedente del pronombre relativo. Suelen construirse habitualmente con los pronombres: que, quien y cuanto sin antecedente y con el artículo + que. En estos casos las proposiciones adjetivas realizarán las mismas funciones que un sustantivo. Los que olvidan las leyes fracasan (las personas que olvidan las leyes fracasan)
ADVERBIALES
Se comportan como un adverbio y en consecuencia realizan la función de complemento circunstancial (CC).
Tiempo: Mis padres se fueron cuando acabó la fiesta.
Lugar: Escóndete donde no te vea.
Modo: Contesté como tú me pediste.

Comparativa: Te encuentro tan joven como me habían dicho.
Causales: He comprado un pincel porque lo necesitaba.
Consecutivas: He estudiado, luego aprobaré.
Condicionales: Si nieva no iremos a tu casa.
Concesivas: Aunque no me han invitado iré a su fiesta.
Finales: Le contó una mentira para que se tranquilizase.

YUXTAPUESTAS

Son aquellas que se unen sin ningún nexo. Van una junto a la otra, sin llevar ningún enlace de unión y pueden ser:
COORDINADAS  :   Ponte el jersey y tendrás menos frío

SUBORDINADAS :   Enciende la luz porque no veo nada

lunes, 26 de agosto de 2013

Historia de la Lengua y literatura



La importancia de la literatura se sustenta en que nos ayuda a comunicarnos, a expresar nuestros sentimientos y nuestros pensamientos. Como consecuencia debemos saber que la literatura y la lengua castellana nos ayudan en nuestra vida, en nuestro aprendizaje y a comunicarnos con las demás personas.

En el siglo XVll, lo que hoy denominamos «literatura» se designaba como poesía o elocuencia. Durante el Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención literaria, perteneciente a cualquier género y no necesariamente en verso. A comienzos del siglo XVlll se comenzó a emplear la palabra «literatura» para referirse a un conjunto de actividades que utilizaban la escritura como medio de expresión. A mediados de la misma centuria Lessing, publica Briefe die neueste Literatur betreffend, donde se utiliza «literatura» para referirse a un conjunto de obras literarias. A finales del siglo XVIII, el significado del término literatura se especializa, restringiéndose a las obras literarias de reconocida calidad estética. Este concepto se puede encontrar en la obra de Marmontel, Eléments de littérature (1787), y en la obra de Mme. De Staël, De la littérature considéré dans se rapports avec les institutions sociales. En Inglaterra, en el siglo XVIII, la palabra «literatura» no se refería solamente a los escritos de carácter creativo e imaginativo, sino que abarcaba el conjunto de escritos producidos por las clases instruidas: cabían en ella desde la filosofía a los ensayos, pasando por las cartas y la poesía. Se trataba de una sociedad en la que la novela tenía mala reputación, y se cuestionaba si debía pertenecer a la literatura. Por eso Eagleton sugiere que los criterios para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo XVIII eran ideológicos, circunscritos a los valores y a los gustos de una clase instruida. No se admitían las baladas callejeras ni los romances, ni las obras dramáticas. En las últimas décadas del siglo XVIII apareció una nueva demarcación del discurso de la sociedad inglesa. Eagleton nos cuenta que surge la palabra «poesía» como un producto de la creatividad humana en oposición a la ideología utilitaria del inicio de la era industrial. Tal definición la encontramos en la obra Defensa of poetry (1821) de Shelley. En la Inglaterra del Romanticismo, el término «literato» era sinónimo de «visionario» o «creativo». Pero no dejaba de tener tintes ideológicos, como en el caso de Blake y Shelley, para quienes se transformó en ideario político, cuya misión era transformar la sociedad mediante los valores que encarnaban en el arte. En cuanto a los escritos en prosa, no tenían la fuerza o el arraigo de la poesía; la sociedad los consideraba como una producción vulgar carente de inspiración.


viernes, 23 de agosto de 2013

Leyendas

La caja Ronca 
En Ibarra se dice de dos grandes amigos, Manuel y Carlos, a los cuales cierto día se les fue encomendado, por don Martín (papa de Carlos), un encargo el cual consistía en que llegasen hasta cierto potrero, sacasen agua de la asequia, y regasen la sementería de papas de la familia, la cual estaba a punto de echarse a perder. Ya en la noche, muy noche, se les podía encontrar a los dos caminando entre los oscuros callejones, donde a medida que avanzaban, se escuchaba cada vez más intensamente el escalofriante "tararán-tararán". Con los nervios de punta, decidieron ocultarse tras la pared de una casa abandonada, desde donde vivieron una escena que cambiaría sus vidas para siempre...
Unos cuerpos flotantes encapuchados, con velas largas apagadas, cruzaron el lugar llevando una carroza montada por un ser temible de curvos cuernos, afilados dientes de lobo, y unos ojos de serpiente que inquietaban hasta el alma del más valiente. Siguiendole , se lo podía ver a un individuo de blanco semblante, casi transparente, que tocaba una especie de tambor, del cual venía el escuchado "tararán-tararán".
He aqui el horror, recordando ciertas historias contadas de boca de sus abulitos y abuelitas, reconocieron el tambor que llevaba aquel ser blanquecino, era nada más ni nada menos que la legendaria caja ronca.
Al ver este objeto tan nombrado por sus abuelos, los dos amigos, muertos de miedo, se desplomaron al instante.Minutos despues, llenos de horror, Carlos y Manuel despertaron, mas la pesadilla no había llegado a su fin. Llevaban consigo, cogidos de la mano, una vela de aquellas que sostenían los seres encapuchados, solo que no eran simples velas, para que no se olvidasen de aquel sueño de horror, dichas velas eran huesos fríos de muerto. Un llanto de desesperación despertó a los pocos vecinos del lugar.En aquel oscuro lugar, encontraron a los dos temblando de pies a cabeza murmurando ciertas palabras inentendibles, las que cesaron después de que las familias Dominguez y Guanoluisa (los vecinos), hicieron todo intento por calmarlos.

Después de ciertas discusiones entre dichas familias, los jóvenes regresaron a casa de don Martín al que le contaron lo ocurrido. Por supuesto, Martín no les creyó ni una palbra, tachandoles así de vagos.
Después del incidente, nunca se volvió a oir el "tararán-tararán" entre las calles de Ibarra, pero la marca de aquella noche de terror, nunca se borrara en Manuel ni en Carlos.Ojala así aprendan a no volver a rondar en la oscuridad a esas horas de la noche.


El padre Almeida

En esta história se cuenta, como un padre el cual no era precisamente el mejor debido a su mala conducta.
La leyenda cuenta que este padre, todas las noches salía a tomar aguardiente, para salir tenía que subir en un brazo de la estátua de Cristo, pero una noche minetras intentaba salir se dio cuenta que la estatia lo regreso a ver y le dijo: ¿Hata cuando padre Almeida? y este le contesto "Hasta la vuelta" y se marcho. Una ves ya emborrachado, salió de la cantina y se encontraba paseando en las calles de Quito, hasta que pasaron 6 hombres altos completamente vestidos de negro con un ataud, aunque el padre Almeida penso que era un toro con el cual chocó y se desplomo, pero al levantarse regreso a ver en el interior del ataud, y ere él, el padre Almeida, del asombro huyo del lugar. Se puso a pensar que eso era una señal y que si seguia así podia morir intoxicado, entonces desde ese día ya no a vuelto a tomar y se nota en la cara de la estatua de Cristo mas sonrriente.

Cómo analizar un texto Lengua y Literatura